COMO ENSEÑAR A TUS HIJOS A SER RESPONSABLES

El concepto de responsabilidad está unido al cumplimiento de las normas y al compromiso, y crea confianza, seguridad y tranquilidad entre las personas que le rodean (miembros de la familia, compañeros de clase, amigos...). Louise Hart, psicóloga social, expone que la confianza es la base de la intimidad y para que los niños confíen, deben crearles un entorno agradable, seguro, honesto y natural, sin falsedades ni fachadas.
La RAE (Real Academia Española) define este concepto como "capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente".

"Capacidad para decidir adecuadamente y con efectividad. Por un lado atendiendo a las normas sociales y a las expectativas comúnmente aceptadas y por otro, dando una permite al niño conseguir sus objetivos que aumentarán su autoestima". 

(http://blogs.siglo22.net/marizaldos/2012/04/02/como-ensenar-a-ser-responsables-a-nuestrs-hijs/)

Enseñar a tus hijos a ser responsables es un valor que hay que inculcarles desde pequeños ya que a base que vayan creciendo, las responsabilidades serán cada vez mayores. En él, es fundamental el papel de los padres. ¿Cómo podéis transmitir esa confianza y seguridad a vuestros hijos? A continuación, os indico una serie de pautas y recomendaciones que os ayudarán a que vuestros hijos adquieran una mayor seguridad, confianza y responsabilidad:

• Ser un modelo y ejemplo a seguir. Los niños imitan y observan todos nuestros movimientos y conductas por aprendizaje vicario/observacional. Por tanto, es muy importante mostrar siempre nuestra faceta responsable. Por ejemplo, hemos terminado de comer y fregamos los utensilios que hemos utilizado en la comida o bien los introducimos en el lavavajillas.
• Crear una rutina familiar y establecer unas normas a cumplir. Para ello es primordial realizar una asignación de tareas equiparables, en función de su edad y sus habilidades personales: hacer los deberes y estudiar, recoger los juguetes, ordenar la habitación, preparar la mochila para el día siguiente, fomentar la participación en las tareas del hogar como barrer o tirar la basura... Además, deben aprender que cada acto o responsabilidad tiene una consecuencia.
• Tratarlos con respeto y cariño, y aceptarlos tal y como son. 
• Buscar las cualidades fuertes y los aspectos positivos de cada uno. Nunca los compares con otro miembro de la familia o amigo ya que su autoestima disminuirá.
• Hay que ser motivadores y positivos; por ello, alaba sus conductas positivas y felicítalos por los logros obtenidos (sonrisas, abrazos, alabanzas sociales), pero sin elogios falsos. En caso que se equivoquen, se les debe animar y enseñar la forma adecuada de hacerlo.
• Enseñarles el valor del esfuerzo.
• Satisfacer siempre sus necesidades: sueño, hambre, sed, protección...
• Pasar todo el tiempo posible junto a ellos, intentando que éste sea un rato agradable y placentero.
• Prestarles tu ayuda, apoyo y estar a su lado, siempre que lo necesiten. También consolarles, abrazarles y escucharles atentamente cuando tengan miedo, se hayan hecho daño o estén tristes por alguna situación. Demuéstrales que pueden contar contigo y confiar en ti, respetando su intimidad y secretos.
• Evitar las sorpresas desagradables, los enfados y los castigos en la medida de lo posible. 
• Ser honesto. Cumple las promesas que establezcas, así como informarles a dónde te vas y cuándo volverás.
• Usar un lenguaje claro, conciso, coherente y sin dobleces ni ambigüedades, orientado hacia la solución y usando un tono suave y sincero, siempre con mucho tacto y respeto.
• MUY IMPORTANTE: en las normas y reglas de casa ambos padres deben estar de acuerdo y ayudarles siempre en la toma de decisiones y en buscar una solución.