martes, 29 de marzo de 2016

EL AJEDREZ TIENE GRANDES BENEFICIOS EDUCATIVOS

Según la RAE, ajedrez se puede definir como juego de mesa entre dos personas que se practica sobre un damero en el que se disponen las 16 piezas de cada jugador, desiguales en importancia y valor, que se desplazan y comen las del contrario según las reglas.
El ajedrez es un juego indicado para todas las edades, es decir tanto para niños como adultos, y es bastante completo ya que favorece en el ejercicio y desarrollo de varias aptitudes mentales: intelectual, lógica-matemática, memoria (asociativa, cognitiva, selectiva, visual), concentración de la atención, creatividad, coordinación y secuenciación, agilidad mental, orientación espacial, entre otras. Además, ayuda a ejercitar la mente y desarrollar el razonamiento abstracto.
Por otro lado, potencia la formación del pensamiento científico porque con cada jugada se debe calcular y analizar las posibles alternativas que puede proporcionarle la siguiente jugada y una estrategia que le ayudará a mejorar su memoria y razonamiento lógico-matemático. La creatividad por su parte también juega un papel importante puesto que para cada jugada es necesario imaginar, observar e investigar para crear nuevas estrategias que le permitan jugar con destreza y conseguir ganar la partida contra su adversario.
Según el autor venezolano Uvencio Blanco, expone en su libro “¿Por qué el ajedrez en las escuelas?” que existen varias áreas con diversos beneficios en el ajedrez. Éstas se resumen en las siguientes: recreativa, deportiva, competitiva, autoestima y formación de la personalidad, intelectual, conocimiento histórico, conocimiento informático y científico, ética, estética, emocional, preventiva y social.

El ajedrez cuenta con grandes beneficios educativos y aspectos positivos, entre los que cabría destacar:
· Desarrollo del pensamiento crítico y científico a través del análisis y síntesis de posibles hipótesis y alternativas de las jugadas.
· Facilita la concentración de la atención y potencia la memoria: muchas respuestas pueden basarse en la propia experiencia o en el conocimiento y recuerdo del jugador en otras partidas o posiciones similares.
· Empatía y anticipación de respuesta: comprender la estrategia del oponente durante el juego para poder anticiparse a sus acciones y responder adecuadamente y poder ganar la partida.
· Resolución de conflictos y toma de decisiones constante: a base que el niño se encuentre ante un determinado problema, actuará y buscará la alternativa adecuada y aplicará una estrategia de solución (íntimamente relacionado con la adaptación a múltiples e inesperadas situaciones). Como el tiempo también es un factor importante en el juego, les ayudará a actuar bajo presión.
· Socialización: favorece en la integración y establecer nuevas relaciones interpersonales al conocer a otros jugadores, independientemente de la edad, nacionalidad e idioma.
· Desarrollo de las cualidades positivas en su personalidad y pensamiento: fomenta la capacidad organizativa, así como el equilibrio entre lo racional y lo emocional.
· Mejora en la creatividad, intuición e imaginación: el niño debe observar, investigar e imaginarse posiciones diferentes a las que están en el tablero y definir estrategias que le permitan llegar a ellas.
· Ejercita ambos hemisferios cerebrales y mejora del rendimiento académico, en el desarrollo de su inteligencia y a elevar su coeficiente intelectual. También incremento en la capacidad lectora y en el proceso de lectura en los más pequeños.
· Mayor control emocional sabiendo llevar tanto los éxitos como la frustración.
· Aumento en su autoestima y la confianza en ellos mismos: al esforzarse para conseguir lo que se propone, incrementará a su vez su autoestima y confianza.
· Útil en la formación de valores: respetar las ideas de los demás, responsabilizarse de sus propios actos (toda acción tiene una consecuencia), aprender a ser más tolerantes, pacientes (relacionado con el autocontrol), humildes y a sobrellevar la frustración en caso de que se pierda la partida.

La manera idónea de estimular y motivar al niño para jugar al ajedrez es que sea de forma libre, sin presiones ni obligaciones. Además, el aprendizaje vicario para él también será importante: al servir de modelos de nuestros hijos, ellos observarán que jugamos al ajedrez, despertando así su curiosidad e interés por aprender a jugar. Asimismo, cuando más pequeños sean, mayor será su desarrollo del pensamiento concreto y posteriormente del abstracto. 
La imaginación juega un papel importante ya que aportará mucho al aprendizaje del juego y al mismo tiempo le ayudará a pensar, crear e investigar nuevas jugadas con el tablero delante. Al paso de los años, este proceso lo interiorizará mediante la simbolización.
Una posible manera de explicarle el juego sería que el tablero representa dos reinos que luchan entre sí para defenderse y deben capturar al rey del oponente. Cada pieza debe jugar cooperativamente con las suyas y apoyarse entre ellas y a su vez, luchar contra las piezas del oponente con la finalidad de proteger su reino y a su rey para que no sea capturado.  
A continuación, iniciarle con los movimientos de cada pieza, siguiendo el siguiente orden: la torre (se mueve en recto, siendo el movimiento más sencillo), el alfil (se desplaza en diagonal), la reina y el rey (son las dos piezas más poderosas del juego. Ambas hacen todos los movimientos posibles excepto el del caballo. La diferencia es que la reina puede moverse libremente varias posiciones, mientras que el rey sólo una), el peón (se desplaza en recto salvo cuando se come una pieza que lo hace en diagonal) y por último el caballo (su movimiento es en forma de ele).
Finalmente, es importante enseñarle que el objetivo del juego no es hacer jaque mate contra su adversario, sino en la obtención de todas las piezas del otro. Poco a poco el niño pondrá en práctica su técnica y potenciará sus destrezas para jugar con más habilidad, llegando a la práctica y el uso de la imaginación para conseguir el jaque mate. Para ello aprenderá a observar, investigar, comparar y desarrollar el pensamiento crítico y científico, como también aprenderá a decidir y a ejecutar diferentes movimientos (toma de decisiones).

A modo de conclusión, opino que el ajedrez además de tratarse de una valiosa herramienta pedagógica y juego de estrategia por todos los beneficios y aspectos positivos anteriormente mencionados, es una actividad excelente recomendable para los más pequeños y adolescentes, así como un buen pasatiempo para la población adulta.

ENLACES PARA JUGAR AL AJEDREZ

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