En el tercer capítulo visionamos cómo evoluciona el desarrollo
motor y sensorial de un niño y su capacidad de prensión. En el vídeo anterior se
podía ver con más detalle la psicomotricidad gruesa (gatear, andar, correr); en
cambio, éste está relacionado con la psicomotricidad fina.
En un principio, el
primer contacto con un objeto es de forma refleja a través de tocarlo y tenerlo
en sus manos, realizando el movimiento de agarre sin soltar o metiéndoselo en
la boca para poder explorarlo y analizarlo. A continuación, la siguiente fase
es cómo lo consigue agarrar y lo suelta voluntariamente. Finalmente, se observa
cómo consigue hacer el movimiento de pinza para coger pequeños objetos (juntando
el dedo pulgar con el índice).
La descripción y el análisis del desarrollo motor a lo largo de los meses es:
· La forma en que agarra algo un recién nacido es
un reflejo.
· Hasta que coja el hábito y lo perfeccione, es un
mero observador de lo que le rodea.
· Su primer ejercicio es juntar ambas manos. El
siguiente paso es entrar en contacto con el mundo exterior. Puede ver ciertos
objetos (un móvil de la cuna) pero no alcanzarlos. La percepción y la acción
utilizan vías en el cerebro y el proceso de la percepción se da antes que el de
la acción. Además, los músculos de extensión y agarrar no son los mismos,
aunque el primero ya lo ponga en funcionamiento. Pero sigue esforzándose hasta
conseguirlo, permitiendo que este éxito lo repita una y otra vez. A los dos meses de ensayos, está práctica la va perfeccionando, coordinando ambos procesos
(percepción de la distancia y acción de agarrar). Cuando consiga hacerlo todo
en conjunto, podrá observar y analizar el objeto con detalle (mirándolo con detenimiento,
metiéndoselo en la boca). Esto le permitirá investigar sobre los objetos
que existen en el mundo físico que le rodea. Boca, lengua y los labios son las
primeras áreas que se desarrollan en la corteza cerebral (la parte del cerebro
que controla las acciones voluntarias). Con este gesto determinarán texturas,
tamaños y formas, haciendo así una reconstrucción visual exacta que le permite
reconocer un objeto que ya haya tenido en la boca aunque no lo haya visto
anteriormente.
· A los 8 meses de edad la memoria del bebé ya se
ha desarrollado lo suficiente para permitirle comprender sobre la importancia
de los utensilios. Aunque les gusta que les den de comer, quiere experimentar
y hacerlo con sus propias manos también. El proceso de alcance-agarre ha
adquirido gran destreza y rapidez, incluso un objeto en movimiento, aunque no
han aprendido aún el de soltarlo voluntariamente, esperan a que se suelte de su
mano. También descubren que ciertos objetos si pueden agarrarse (un colgante)
pero otros no (pompas de jabón). Esto le permitirá comprender de forma coherente el
comportamiento de los objetos que le rodean.
· A los 14 meses aprenderán a soltar objetos de
forma voluntaria y observarán como estos caen por algún hueco, repitiendo esta
experiencia una vez tras otra. Esto le hará reforzar las conexiones cerebrales
de predicción y la planificación. Ya tienen desarrollada el área de la
atención, recordando que sus juguetes existen y queriéndolos, aunque no los
tenga presentes. A la misma edad, es capaz de coger pequeños alimentos e introducirlos en su boca, usando el movimiento pinza (pulgar con índice). Este
movimiento es exclusivo del ser humano.
. A los 2 años, aprenderán a rotar la muñeca y desarrollarán
la coordinación óculo-motora con la mano. El desarrollo de la psicomotricidad
fina lo pondrán en práctica con varias actividades diarias: abrir distintas puertas,
cepillarse los dientes, abrocharse un botón, ponerse una prenda de vestir o
unos zapatos... Haciéndose así cada vez más autónomos. Por otra parte, sabrán distinguir la escritura
del dibujo.
El enlace para visionar este capítulo es el siguiente: