En el capítulo de hoy, Primeros pasos, vemos la
evolución del desarrollo motor del niño: rodar, gatear y sentarse, ponerse en
pie y caminar. Este tipo de movimientos
le facilitarán en su proceso de exploración y le permitirán investigar sobre el
mundo que le rodea, así como realizar mapas mentales del espacio en el que se
encuentren.
- A los 5 meses comienza a tener movimientos rítmicos y no reflejos (Por ejemplo: en las piernas al nadar como una rana).
- A los 10 meses de edad, caminar es una manera menos segura de desplazarse que gatear. En cambio, su impulso de ponerse en pie es irresistible. Para ello, necesita como apoyo mínimo 3 puntos: los dos pies y un brazo, dos brazos y un pie o los dos pies y el pecho. A pesar de encontrarse varios obstáculos, este desplazamiento le permite poner el mundo más fácilmente a su alcance. Los ojos de un niño que gatea están a 22cm del suelo, mientras que si está de pie aumenta la distancia a 50cm o más. Este desplazamiento a su vez le permitirá mantenerse en equilibrio sobre sus dos piernas.
- A los 12 meses comenzará a dar sus primeros pasos, a través de la estimulación de los padres.
- A los 18 meses aun les costará andar con facilidad, pero va adquiriendo el hábito y cogiendo el equilibrio paulatinamente. Esta estimulación permitirá el desarrollo de las áreas del cerebro que se encargan de la coordinación y el equilibrio. Poco a poco hará este proceso con mayor naturalidad y seguridad, con el deseo de explorar el mundo. Al desarrollarse otras áreas cerebrales, ya puede correr, desplazarse de lado a lado cada vez más lejos y a todas partes, confiando en que si se cansa su madre irá a buscarle.
En cuanto a su desarrollo sensorial, comienza a ver más cosas que están a su altura
y alcance, pero parcialmente ya que no puede levantar la cabeza (acorde con su
cuerpo es lo que más pesa). Ya tiene desarrollado el sentimiento de profundidad, pero no
cuánto puede ser la distancia. Este sentimiento es frustrante para los bebés.
Como dato de interés ha sido que a los 6 días de edad, el bebé tiene el reflejo de caminar y cierta coordinación (con la ayuda de un adulto porque él mismo no tiene desarrollado el sentido del equilibrio ni la capacidad de sostenerse o desplazarse con sus dos piernas).
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