"El mundo en pañales" es un documental formado por 6 capítulos sobre la psicología evolutiva infantil. En ellos nos permitirá comprender de una manera más visual como cambia el comportamiento en un bebé desde el momento de su nacimiento hasta que cumple los 3 años de edad, así como la evolución del desarrollo de unas áreas en cada etapa de su desarrollo vital. Estas áreas son: sensorial, motor, cognitivo y afectivo-social.
Cada semana, analizaré un capítulo realizando una reflexión personal sobre el mismo, anotando aquellas características que me han llamado la atención y haciendo mención de las que he considerado interesantes y curiosas.
Hoy voy a centrarme en el primer capítulo titulado: En el principio. En él se observa la evolución del desarrollo sensorial del recién nacido en los sentidos de la vista y el oído:
- A las 3 semanas de edad, los músculos más desarrollados son sus ojos. No tiene una visión perfecta ya que sólo puede enfocar objetos que se hallen a menos de un metro de distancia, registrando sólo los contrastes más sobresalientes. Como todavía no puede superponer las imágenes que recibe de sus dos retinas, todo lo ve doble. Su visión se produce en objetos animados en movimiento, siguiéndolos mediante saltos oculares a lo largo de la estancia donde se encuentre. Si está en brazos de su madre, va reconociendo las facciones de su rostro (una a una). Durante los primeros 2 meses analizarán y observarán caras de las personas de su entorno, como lo son las de sus padres. A las 2 semanas la corteza cerebral está empezando a dirigir el control de sus actos. Su visión seguirá siendo algo borrosa, pero las imágenes que percibe se registran en una retina, viéndolas de forma tridimensional y observará con interés cada detalle y que características poseen. También ha desarrollado una imagen completa de quién es su madre (voz, olor, la manera como se mueve, rostro).
- En cambio, el oído lo tiene más desarrollado (casi equivalente al de un adulto). En el vientre de su madre percibía hasta 95dB. Los sonidos rítmicos son relajantes para él ya que lo asocian a los que escuchaba en el vientre antes de su nacimiento. Aun así, los cambios bruscos de volumen lo asustan, siendo su alivio la voz humana (por ejemplo, la de su madre). Reconoce la voz de su madre desde el tercer día, y desde los 4 días de edad puede diferenciar un idioma de otro. A las 8 semanas de edad, prefiere el sonido de su lengua materna.
También podemos observar cuándo aparece la primera sonrisa (a los 8 meses) o cómo realiza un pequeño gesto de reconocimiento a una persona que ha visto anteriormente (en el caso de Holly, sacar la lengua).
Como anotación curiosa ha sido que los bebés saben nadar cuando nacen, dando patadas instintivamente para poder impulsarse hacia arriba y abren sus bocas para respirar y a su vez, cierran sus pulmones para que no se ahoguen.
El enlace para visionar este capítulo es el siguiente:
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